Abstract:
La adolescencia es una etapa de grandes cambios físicos, emocionales y sociales que
pueden resultar abrumadores. Si el entorno no favorece un desarrollo saludable, los
adolescentes pueden ser más vulnerables a problemas de salud mental, como la
depresión, una enfermedad que no debe confundirse con la tristeza común.
Los trastornos mentales representan una parte importante de las enfermedades en esta
etapa de la vida, y la depresión es una de las principales causas de discapacidad.
Factores como los cambios biológicos, el desarrollo neuronal y la presión social pueden
aumentar el riesgo de que aparezca. Además, se ha relacionado con problemas
académicos, dificultades en las relaciones interpersonales y un mayor riesgo de
conductas autodestructivas.
La depresión en adolescentes puede manifestarse de diferentes formas, como
irritabilidad, desinterés en actividades cotidianas, alteraciones en el sueño o la
alimentación, fatiga y aislamiento social. Sin embargo, debido a que la adolescencia en
sí implica cambios emocionales y de comportamiento, en ocasiones puede ser difícil
reconocer cuándo estos síntomas son parte de un trastorno y no solo una reacción
natural a las circunstancias.
Distinguir entre tristeza y depresión es fundamental para reducir el estigma y promover
el acceso a ayuda profesional. Comprender los síntomas y los factores de riesgo permite
reconocer la importancia de atender la salud mental en esta etapa, evitando así
consecuencias que podrían extenderse hasta la adultez.