Resumen:
Antecedentes: La endocarditis infecciosa es una enfermedad potencialmente
curable con la combinación de tratamiento medico-quirúrgico; aun así persiste con
alta prevalencia de morbilidad y mortalidad, por lo que es importante identificar
oportunamente los factores de riesgo para muerte. Algunos hallazgos
ecocardiográficos se han descrito como predictores de muerte, que incluyen
longitud de la vegetación, complicaciones paravalvulares, movilidad de la
vegetación, insuficiencia mitral y/o aórtica grave.
Métodos: Con el objetivo de describir los hallazgos ecocardiográficos asociados a
mortalidad en pacientes con endocarditis infecciosa, realizamos un estudio de
cohorte retrospectiva, con los pacientes atendidos en el Hospital Central “Dr.
Ignacio Morones Prieto”. Se incluyeron 102 pacientes con endocarditis infecciosa,
que contaran con estudio ecocardiográfico y cumplieran criterios modificados de
Duke. El punto final primario fue la relación entre los hallazgos ecocardiográficos y
la mortalidad de los pacientes a 90 días del diagnóstico.
Resultados: La tasa de incidencia promedio del periodo analizado (2001-2015)
fue de 7.32 casos de endocarditis por cada 10,000 pacientes/año atendidos en el
Hospital Central con 146 pacientes. De estos, se encontró la información en 102
casos (se incluyo 1 paciente diagnosticado en 1999), de los cuales fallecieron 38
pacientes (37.3%). En el análisis multivariable con regresión logística, el tamaño
de la vegetación fue la única variable con diferencia estadísticamente significativa
con OR 0.94 ( IC 95%, 0.89-0.99, p= 0.04). La fracción de expulsión del ventrículo
izquierdo (FEVI) tuvo un OR 1.03 (IC 95%, 1.0-1.07, p=0.05). Las variables:
complicaciones valvulares (ruptura, perforación, aneurisma o absceso), movilidad
de la vegetación, insuficiencia mitral y/o aórtica grave;, no tuvieron asociación con
el evento de interés.
Conclusiones: La incidencia de la endocarditis sigue siendo elevada, con tasa de
mortalidad alta (37.3%). De los hallazgos ecocardiográficos, el tamaño de la vegetación y la fracción de expulsión del ventrículo izquierdo fueron factores de
riesgo predictores de mortalidad en nuestra población.