Resumen:
México ocupa el primer lugar en obesidad infantil y el segundo lugar en obesidad en adultos; es una epidemia que se ha propagado sobre todo en países en desarrollo, lo que aumenta los casos de diabetes mellitus siendo una de las tres principales causas de muerte en México y el mundo. En San Luis Potosí, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres según la ENSANUT 2012 fue de 71.4% y en hombres de 58.4%, por esta razón se realizó un diagnostico nutricio de población adulta de la comunidad de Tocoy, municipio de San Antonio, S.L.P. El objetivo principal del estudio fue desarrollar estrategias de intervención en una comunidad indígena de la Huasteca Potosina. Los participantes fueron habitantes de la comunidad mayores de 18 años y hablantes de lengua indígena, o con al menos un pariente directo (padre, madre, abuelo o abuela) de origen indígena, o residente en el sitio de estudio con un mínimo de 5 años, el 85.4% de las participantes son mujeres y el 14.6% eran hombres. Se encontró que 89% de las mujeres del estudio presentaron obesidad y 45% en hombres según el porcentaje de grasa corporal el 84% se dedican al trabajo doméstico, la edad promedio es de 42.5 (±11.8) años. El 14.6% trabajan fuera de la comunidad, aunque el 92% menciona tener tierra para sembrar y el 90.6% consume lo que siembra. El 86.6% hablan como idioma principal el español y solo el 60% se identifican con la lengua Tenek. El 65.3% realizan 2 comidas al día y el 77.4% refiere recolectar plantas comestibles de la comunidad, la diversidad dietética es muy monótona de 27 alimentos disponibles en la frecuencia de alimentos el promedio es de 7 alimentos una vez a la semana y 4 alimentos diariamente. Por lo anterior se realizaron talleres de intervención para incrementar el consumo de alimentos de la comunidad y conocer su manera de preparación y preferencias alimentarias. El presente proyecto pretendió afianzar la educación en nutrición relacionada con los contextos culturales, sociales, y de salud local de comunidades indígenas; además retomar el consumo de dietas tradicionales a base de plantas comestibles locales, lo cual contribuirá a la conservación de la biodiversidad local de los alimentos, reforzará la identidad alimentaria y cultural de la región y promoverá el consumo sustentable de los recursos de la comunidad.