Abstract:
El dolor crónico constituye uno de los principales problemas de salud en la
población geriátrica a nivel mundial, pues representa una causa frecuente de
discapacidad, pérdida de funcionalidad y deterioro de la calidad de vida. Su persistencia
compromete la movilidad y se asocia con un mayor riesgo de depresión, ansiedad,
alteraciones del sueño y aislamiento social, afectando de manera integral el bienestar de
los adultos mayores.
En México, se estima que cerca del 50% de las personas mayores presentan dolor
persistente (Gutiérrez-Robledo & Ávila-Funes, 2019). Esta prevalencia plantea un reto
para los sistemas de salud, dado el elevado consumo de recursos y las limitaciones de
los tratamientos farmacológicos, los cuales se ven afectados por efectos adversos y la
frecuente polifarmacia. Ante este escenario, ha surgido un interés creciente en
intervenciones no farmacológicas, seguras y accesibles, entre las cuales el yoga se ha
consolidado como una estrategia prometedora. Tal como señalan Cramer et al. (2017),
“el yoga integra posturas físicas, ejercicios de respiración y técnicas de relajación que
ofrecen beneficios en el manejo del dolor y la mejora de la funcionalidad”.
El objetivo de este estudio fue evaluar el impacto de un programa de yoga en silla
en la reducción del dolor en adultos mayores de la comunidad. Se diseñó un estudio de
intervención con un esquema antes-después, en el que participaron 30 adultos mayores
que completaron 30 sesiones consecutivas de yoga en silla durante seis semanas.
La intensidad del dolor y su interferencia en la vida diaria se midieron utilizando
tres instrumentos validados: la Escala Visual Análoga (EVA), la Escala Numérica
Análoga (ENA) y el Brief Pain Inventory (BPI). El análisis estadístico se realizó con la
prueba de rangos con signo de Wilcoxon, considerando un nivel de significancia de p <
0.05.
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Los resultados evidenciaron una reducción significativa de la intensidad del dolor
en todas las escalas aplicadas. En la EVA, los puntajes disminuyeron en un 80%; en la
ENA, en promedio un 70%, mientras que los valores máximos y mínimos se redujeron
en un 96% y 83% respectivamente. El BPI reflejó una reducción importante en la
interferencia del dolor sobre la actividad general, el movimiento, el sueño, el ánimo, las
relaciones interpersonales y la capacidad de trabajo, con un aumento en el porcentaje
de participantes que reportaron no tener limitaciones después de la intervención.
Se puede decir que la práctica de yoga en silla demostró ser una estrategia eficaz,
segura y clínicamente relevante para reducir el dolor en adultos mayores, mejorando
tanto su intensidad como su impacto en la vida diaria. Estos hallazgos respaldan la
incorporación del yoga en silla como una intervención complementaria dentro de los
programas de salud geriátrica y abren la posibilidad de futuras investigaciones con
seguimientos a largo plazo que fortalezcan la evidencia científica en este campo.