Abstract:
Resumen
Las enfermedades cardiovasculares (ECV), son un grupo de trastornos que
afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, representan la principal causa de
mortalidad y morbilidad, tanto a nivel mundial como en nuestro país. La condición
patológica que los inicia es un proceso conocido como disfunción endotelial. En
este contexto, se ha demostrado que existen factores de riesgo asociados al
desarrollo de ECV, como el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión arterial, la
obesidad; y recientemente se ha confirmado que la exposición a compuestos
tóxicos ambientales, como el arsénico y el plomo, representan un factor importante
que puede desencadenar el inicio de este proceso patológico, dada su capacidad
de generar especies reactivas de oxígeno. Por otro lado, los determinantes
genéticos han sido reconocidos como factores de riesgo críticos en el inicio,
desarrollo y establecimiento de enfermedades cardiovasculares, un ejemplo son
los
polimorfismos de un solo nucleótido (SNP), por ejemplo, diversas
investigaciones han demostrado una asociación entre el polimorfismo del factor de
crecimiento transformante β1 (TGF-β1) (C509T; rs1800469) y un mayor riesgo de
ECV. Aunado a lo anterior, también se ha demostrado que tanto el arsénico
como el plomo, inducen alteraciones a nivel epigenético (cambios en la
estructura química del ADN), siendo la modificación de la expresión de ciertos
ARN no codificantes (microARN) uno de ellos, debido a evidencias recientes
sugieren que es capaz de influir en la expresión de microRNA (miRNA) lo que
afecta la función celular e influye en el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades;
además de que los miRNA responden a numerosos agentes tóxicos ambientales,
lo que indica su utilidad como posibles biomarcadores de exposición. Entre los
miRNA que se han asociado a la exposición a metales pesados se encuentran
miR-126 y miR-155, los cuales aumentan o disminuyen su expresión con la
exposición al plomo. Debido al gran impacto que generan las ECV la identificación
adecuada de personas con alto riesgo de desarrollarlas es un gran desafío para
su prevención. En este sentido, varias investigaciones científicas han propuesto
numerosos biomarcadores no invasivos y de bajo coste para detectar poblaciones
vulnerables; sin embargo, su utilidad en individuos expuestos a contaminantes
ambientales y con predisposición genética (polimorfismo), no ha sido
completamente investigada. Por tanto, el objetivo de este trabajo doctoral fue
evaluar la concentración de biomarcadores de riesgo cardiovascular en población
adulta expuesta a arsénico (As) y plomo (Pb).
Metodología
Se realizó un estudio transversal, de conveniencia, no probabilístico. La población
de estudio fueron habitantes mayores de edad, ambos sexos, residentes de la
comunidad Las Palmas, municipio de Tamuín, SLP. Esta localidad es
considerada zona de riesgo debido a la cercanía de la comunidad con dos
termoeléctricas y una planta cementera. La aceptación para participar en la
investigación se obtuvo mediante la firma del consentimiento informado de la
población de estudio. Se registraron las medidas antropométricas de cada
individuo, así como se colectaron dos muestras de sangre y una de orina, las
cuales se resguardaron a -80°C y -20°C, respectivamente hasta su uso. Se
midieron los parámetros bioquímicos (glucosa, triglicéridos, colesterol, HDL),
empleando un método enzimático colorimétrico y un espectrofotómetro UV/Vis.
Los niveles de As urinario y Pb en sangre se determinaron mediante la técnica de
espectrofotometría de absorción atómica. Los biomarcadores de riesgo
cardiovascular: ADMA y FABP4 se evaluaron mediante inmunoensayo enzimático
tipo sándwich (ELISA), la expresión de miRNA-126 y miRNA-155 en plasma se
determinaron mediante RT-qPCR y finalmente se analizó la presencia del
polimorfismo TGF-β C509T (rs1800469), en las muestras de sangre y empleando
la técnica de RT - PCR y usando sondas TaqMan. Las pruebas estadísticas
empleadas fueron prueba de kolmogorov-smirnov, Shapiro wilk como pruebas
para determinar la normalidad de los datos, y posteriormente se realizó una
clasificación de la población en dos grupos (baja y alta exposición) utilizando como
referencia las NOM-047-SSA1-2011 y NOM-199-SSA1-2000, se utilizó la prueba
T-Student y prueba U de Mann-Whitney para la comparación de los grupos.
Finalmente se empleó la prueba de Kruskal Wallis para la comparación de los
grupos expuestos al contaminante ambiental con o sin presencia del polimorfismo.
El análisis de datos se realizó utilizando GraphPad Prism 5.01 (GraphPad
Software Inc. La Jolla, CA, EE. UU.).
Resultados
La población de estudio estuvo conformada por 53 adultos, con un intervalo de
edad de 18 a 87 años, de éstos, el 64% son mujeres. Con una media de peso
corporal de 68.9 kg y más del 70% de los individuos presentó un IMC por encima
del valor de referencia. Respecto a los parámetros bioquímicos la población
presentó niveles medios ± desviación estándar de triglicéridos y colesterol LDL de
125.6 ± 70.04 mg/dL y 94.3 ± 14.01mg/dL, respectivamente. Los niveles urinarios
de As oscilaron entre 11.5 y 175 µg/g de creatinina, con una media de 43.9 µg/g
creatinina y los niveles de Pb en sangre tuvieron una media ± desviación estándar
de 7.6 ± 5.8 µg/dL. La frecuencia alélica para el polimorfismo TGF-β C509T fue de
0.37 y 0.63 para los alelos C y T, respectivamente, por lo que más del 80% de los
participantes tiene la presencia del polimorfismo analizado. Los niveles séricos
medios de ADMA y FABP4 fueron 1.35 ± 0,35 µmol/l y 26.9 ± 19.40 ng/ml,
respectivamente. Por su parte, los niveles séricos circulantes de miR-126
presentaron niveles de 1,28 ± 0,7; mientras que miR-155 presentó niveles de 1,68
± 1,2. Se detectaron asociaciones estadísticamente significativas (p< 0,05) entre
los biomarcadores de exposición (As y Pb) y los biomarcadores de riesgo
cardiovascular (ADMA y FABP4), así como asociaciones significativas entre miR
126 y los niveles de plomo en sangre y entre miR-155 y los niveles de plomo y
triglicéridos en sangre.
Conclusiones
Se detectó una asociación positiva entre los niveles séricos de biomarcadores
predictivos de ECV (ADMA, FABP4 y AIP) y los altos niveles de exposición al
arsénico y plomo (factor ambiental) y el polimorfismo TGF-β C509T (factor
genético). Además, nuestros hallazgos sugieren una interacción gen-ambiente
sobre los niveles de los biomarcadores de ECV evaluados en esta investigación.
En consecuencia, la población evaluada podría presentar riesgo de desarrollar
eventos cardiovasculares. Sin embargo, se necesita investigación adicional para
aclarar mejor estas asociaciones, particularmente con estudios epidemiológicos
en población abierta.