Resumen:
El Homo sapiens es una especie ultrasocial y, por tanto, exhibe mecanismos de
comunicación social altamente conservados, producto de la ventaja evolutiva de las
conductas prosociales. Pese a la dificultad para conceptualizar claramente a la
empatía, los avances en neurociencias apuntan a que se trata de un proceso
complejo que participa en el desarrollo de la comunicación social y facilita las
conductas altruistas. La perspectiva neurobiológica actual, sustentada en el
descubrimiento y estudio de las neuronas espejo, apunta a que la empatía es un
proceso complejo y que los seres humanos estamos programados para percibir los
estados emocionales de los demás. La relación clínica representa un tipo de vínculo
especial que emerge durante la evolución como un mecanismo para el alivio del
sufrimiento del otro, por lo que los mecanismos de comunicación social, incluida la
empatía, son importantes en su adecuado desarrollo. A pesar de que la mayoría de
los programas de formación en Medicina recomiendan una “preocupación
desapegada”, la empatía representa una poderosa herramienta que puede generar
importantes beneficios en los pacientes e incluso puede evitar en el clínico el
síndrome de Burnout.