Abstract:
La ubicación de la órbita y sus huesos delgados la vuelven propensa a presentar fracturas como
resultado de impactos externos. Como consecuencia de esto las fracturas de piso de órbita son
comunes en las lesiones del tercio medio facial siendo el sitio más frecuente medial al canal
infraorbitario, entre un 22%-29% se encuentran acompañadas por complicaciones visuales,
incluyendo diplopía, atrapamiento de los músculos extraoculares, parestesia infraorbitaria,
enoftalmos y disminución de la agudeza visual. Las fracturas con hundimiento en estas zonas
pueden generar el desplazamiento del tejido blando hacia los senos etmoidales y maxilar generando
un aumento en el volumen orbitario con consecuencias estéticas.
Tanto estudios retrospectivos como prospectivos han indicado que hasta el 40% de los pacientes
que han sufrido fracturas del tercio medio facial sufren lesiones oculares severas que ameritan la
valoración por el oftalmólogo. Estudios recientes han demostrado que hasta 91% de los pacientes
con diagnóstico de fracturas orbitarias que fueron evaluados por el oftalmólogo durante la primera
semana posterior a sus lesiones tenían algún grado de lesión ocular, de las cuales aproximadamente
el 45% se podían clasificar como moderadas a severas. Es por esto que la valoración oftalmológica
de los pacientes que han sufrido un traumatismo en la región del tercio medio facial lo
suficientemente fuerte para generar una fractura deben ser evaluados por el servicio de
oftalmología de manera prácticamente obligatoria.
Objetivos
En este trabajo se realiza la presentación de dos casos atendidos en el hospital central Dr. Ignacio
Morones Prieto por parte del servicio de cirugía oral y maxilofacial en los cuales se presentan
secuelas de trauma de orbita las principales diferencias entre estos son: el tiempo de evolución de
las lesiones, la presencia de intervenciones quirúrgicas previas, la severidad del trauma y las
secuelas que este generó. Esto con la finalidad de presentar diferentes escenarios en los cuales el
manejo resulta diferente a pesar de tratarse de secuelas de trauma de orbita.