Resumen:
Las lesiones traumáticas de los dedos se encuentran dentro de los primeros lugares como
causa de incapacidad por accidentes de trabajo. Este tipo de lesiones pueden llegar a generar
repercusiones económicas y sociales. El tratamiento ideal de este tipo de lesiones es un tema
debatido. La valoración clínica puede orientar a llevar a cabo un manejo un poco más agresivo
para evitar complicaciones. Se propone el uso de termografía infrarroja digital portátil como
apoyo a los hallazgos clínicos para poder dar un manejo más estandarizado a las lesiones
traumáticas de mano.
Se analizaron las deltas entre el área lesionada y área de tejido sano. El tiempo de evolución
al cierre varió de 13 a 21 días, con una media de 16 días y desviación estándar de 2.47. La
distribución de las zonas en las que se encontraba la lesión quedó de la siguiente manera:
zona I (0%), zona II (19%), zona III (32%) y zona IV (49%). 26% fueron por aplastamiento, 26%
lesiones cortantes y 48% corto contusas. La edad mínima fue de 2 años y la máxima de 82,
con una media de 32 años y desviación estándar de 22.
Las deltas se dividieron en dos grupos. El grupo 1, en el cual se dio un manejo quirúrgico
mediante amputación de revisión y cierre primario y el grupo 2, en el cual se dio un manejo
quirúrgico mediante cierre primario con o sin uso de colgajo de avance o cierre por segunda
intención en el que se trató de preservar la anatomía. Se usó t de Student para analizar las
variables termográficas de los dos grupos, encontrándose una media de los valores del grupo
1 de 2.52 ºC, y 0.29 ºC (p = 0.001).
Los cambios de temperatura en los tejidos secundario a una lesión pueden ser valorados
mediante termografía infrarroja. Estos cambios se pueden traducir en viabilidad de tejidos.
Diferencias muy marcadas de temperatura entre el tejido lesionado y el tejido sano puede
usarse como un auxiliar al momento del manejo de las lesiones de punta digital.