Resumen:
La extubación es el periodo de mayor riesgo para generar aerosoles dentro de
quirófano dado que es muy habitual que el paciente presente tos y expectoración.
Debido a la pandemia por el virus COVID19 existe un protocolo para la extubación de
los pacientes en sala de quirófano para disminuir el riesgo de contagio hacia el
personal de salud.
Todo paciente sometido a anestesia general balanceada debe ser extubado de forma
electiva y despierto, esto es cuando el paciente haya recuperado la consciencia y tenga
una adecuada respuesta a instrucciones simples, por ejemplo, abrir los ojos cuando se
le indique, apretar la mano del anestesiólogo, abrir la boca, entre otras. Esto con el
objetivo de evitar asistir al paciente con ventilación manual positiva a través de la
mascarilla facial, ya que este procedimiento genera aerosoles, lo cual es un riesgo alto
de infección para el personal de salud y sus contactos.
Ambas técnicas que se compararon en este estudio son bien conocidas, se encuentran
descritas en la literatura y su eficacia para disminuir y/o evitar la presencia de tos están
comprobadas, el objetivo fue comparar cuál de los dos procedimientos es superior.
El presente estudio se planeó debido al gran número de pacientes sometidos a
anestesia general balanceada de urgencia y el no conocer si es portador o no del virus
COVID19 en nuestro medio y el impacto que tiene el manejo inadecuado de la vía
aérea dentro de quirófano ante la pandemia actual.
Por lo que consideramos de importancia, el estudio de técnicas innovadoras, rentables
y disponibles para lograr una atención de calidad, disminuir el contagio del virus y
disminuir los cambios hemodinámicos ante la extubación.
En la actualidad no existe estudio en donde se compare la administración intravenosa
de 1 mg/kg, calculado a peso real, dosis única, 5 minutos antes de la extubación contra
el bloqueo del nervio laríngeo superior guiado por ultrasonido con la administración de
lidocaína bilateral para disminuir y/o evitar la incidencia de tos a la extubación.
Este trabajo toma su justificación de la posibilidad que el bloqueo del nervio laríngeo
superior tenga una superioridad estadísticamente significativa al inhibir el reflejo
tusígeno en comparación con la administración de un bolo de lidocaína simple.