Resumen:
El estilo de vida está determinado por acciones dirigidas hacia la salud, para mantener o mejorar el estado de salud de las personas, sin embargo este puede alterarse debido a malas prácticas en salud, lo cual puede generar alteraciones en la salud y la aparición de enfermedades. Tener una alimentación balanceada, realizar actividad física, dormir bien y no consumir sustancias como el alcohol y tabaco son hábitos que se van adquiriendo desde niñez y conforme las personas van creciendo, se modifican esos hábitos debido a las condiciones de vida en el que se encuentren, al contexto, conocimientos y la toma de decisiones sobre su autocuidado en su salud.
En la adolescencia y juventud son etapas en las que existe mayor vulnerabilidad al adoptar estilos de vida no saludables, debido a factores a los que están expuestos los jóvenes como el ambiente, actividades escolares o labores, falta de tiempo y dinero así como factores sociales y culturales. El adquirir hábitos no saludables desde edades jóvenes genera problemas en la salud y por ende enfermedades que se manifestaran en la vida adulta.