Resumen:
Los protocolos tienen un papel fundamental en la práctica clínica, su adopción minimiza la variabilidad de procedimientos, registros, tratamientos y tareas realizados rutinariamente, facilitan la estandarización e incrementan la confiabilidad en el cuidado de la salud del paciente, reduciendo el error humano en la ejecución de procesos complejos. En el quirófano, sitio donde se han reportado los errores más graves, debido al elevado número de acciones de salud que ahí se ejecutan, al gran número de participantes y a la total dependencia del paciente, es por ello el área quirúrgica constituye un ambiente de alto riesgo y un área trascendente para el establecimiento de un protocolo de seguridad para el paciente.
La enfermería perioperatoria es un área especializada de práctica que incorpora las tres fases de la experiencia quirúrgica, la enfermera es la defensora del paciente a través de toda la experiencia intraoperatoria, la mayoría de los comportamientos de las enfermeras perioperatorias reflejan un pensamiento crítico en relación con el cuidado seguro del paciente, aplicando las medidas preventivas necesarias para disminuir los factores de riesgo que puedan afectar la seguridad e integridad del paciente durante su proceso quirúrgico.
Construir una cultura de calidad y seguridad del paciente, es imprescindible y debe quedar claro desde el principio que para implantar y trabajar en seguridad del paciente hay que estar provisto de las herramientas necesarias para abordar este reto, usar medidas de prevención tanto para los profesionales como para los pacientes, harán que la cirugía se convierta en una actividad más segura.