Abstract:
El volcán de Colima es probablemente el volcán más activo de México, con más de 50 erupciones documentadas en los últimos cuatro siglos. A pesar de la gran actividad volcánica con la producción de erupciones explosivas y flujos piroclásticos, los lahares son en gran medida los fenómenos más peligrosos en el Volcán de Colima. La gran cantidad de material piroclástico depositado en las laderas del volcán representa una fuente perfecta para una actividad intensa de lahares. Los Flujos piroclásticos en general llegan a distancias inferiores a 5 km del cráter. En contraste, los lahares son capaces de viajar largas distancias, por esta razón en los últimos 100 años, más de 350 personas murieron por actividad relacionada a lahares en el complejo volcánico de Colima, mientras que sólo 8 murieron a causa de los flujos piroclásticos de la erupción de tipo Pliniano de 1913.
Dentro del sistema de drenaje del Volcán, se encuentra La barranca de la Lumbre, la cual es una rasgo morfológico muy importante en el sector oeste-suroeste, recoge el agua de "El Playón", una cuenca intra-caldera delimitada por el Volcán de Colima hacia el sur y el borde de la caldera del “paleofuego” hacia el norte. Esta barranca es una de las mas activas en cuanto a actividad laharica, además se han registrado grandes lahares como el de 1906, o los lahares asociados con la gran erupción de 1913, o los relacionados con la crisis volcánica de 1990-91, y los relacionados con los flujos piroclásticos 1998-99.
Este estudio se enfoca en los depósitos de lahar relacionados con la erupción de 1913. Debido a sus grandes dimensiones y poder destructivo se torna importante realizar un estudio sedimentológico y estratigráfico detallado de la secuencia de estos depósitos. Se seleccionaron 10 afloramientos a diferentes distancias a lo largo de la barranca. En cada sitio se obtuvieron perfiles granulométricos verticales con el fin de señalar la presencia de estructuras de sedimentarias. Cada unidad fue estudiada a fin de obtener la distribución granulométrica total a diferentes profundidades, y en tres de los depósitos se realizo un análisis de componentes. También se realizó un estudio dendrocronológico que nos permitió ubicar temporalmente a los depósitos analizados. Algunos de los resultados obtenidos en el presente trabajo señalan que, además de los lahares sin- eruptivos, que se encuentran en la parte superior de los depósitos de flujo piroclástico de 1913, existen al menos dos importantes unidades de lahar relacionadas con la misma erupción. Estos depósitos están constituidos principalmente de materiales producidos durante la erupción de 1913, y que fue movilizado en las décadas sucesivas.