Distribución espacial y análisis del riesgo relacionado a flujos piroclásticos y lahares provenientes de la actividad eruptiva del volcán de Colima

Abstract

El volcán de Colima es considerado por diversos autores como el más activo del país con ~52 eventos eruptivos – de diferente magnitud – a lo largo de 400 años de registro histórico (Luhr et al, 1990, Komorowski et al., 1997, Bretón et al., 2002, Saucedo et al., 2005). A lo largo del ciclo eruptivo descrito por Luhr et al (1980, 1990) y Robin et al (1987, 1991) entre otros, la actividad que presenta mayor amenaza para la población asentada en las inmediaciones es sin duda la actividad explosiva; de ésta, la erupción de 1913 se considera la más severa, razón por la cual sus alcances son considerados como parámetro de referencia en estudios de riesgo y vulnerabilidad asociados al volcán (Saucedo et al., 2010). El análisis del riesgo, implica el estudio de la relación entre el alcance de los fenómenos naturales – amenaza – las características sociales – vulnerabilidad – y la magnitud de pérdidas económicas potenciales – riesgo específico – que al confluir en un área determinada adquieren una dimensión espacial que puede ser identificada y tipificada con base en las características que emanan de dicha relación. El área de estudio se delimitó con base en los alcances de los fenómenos volcánicos relacionados con la erupción de 1913 y la caracterización de este espacio se realizó por medio del cálculo del Índice de Riesgo Total (IRT) que se compone de dos elementos principales: La vulnerabilidad, expresada por medio del Índice de Vulnerabilidad Prevalente (IVP) que refiere las características socioeconómicas de la población y el Riesgo Específico (RE) que engloba las pérdidas monetarias potenciales de los espacios bajo amenaza. Ambos elementos se conjugan bajo la siguiente expresión matemática: La formula previa se aplicó al área de estudio que fue dividida en hexágonos regulares, denominados unidades espaciales de referencia (UER), cuya dimensión areal se definió en 1 km2. El teselado en polígonos regulares se realizó en atención a que los datos disponibles para el análisis físico, social y económico se encontraban en diferentes formatos vectoriales (puntos, líneas y polígonos) que por separado no permitían el análisis espacial. Del teselado resultaron 1,124 UER que funcionaron como celdas en donde se contabilizaron las características específicas como población, vivienda, edificaciones, espacios productivos, escuelas, etc. Se realizaron dos tipos de análisis; el primero con el total de las UER, el segundo sólo de aquellas ubicadas en los alcances de las amenazas: flujos piroclásticos, lahares y donde confluyen ambos. Los resultados obtenidos indicaron que el importe del RE asciende a $30,050 millones de pesos en el caso del análisis general; $9,790 millones de pesos para los espacios bajo amenaza de flujos piroclásticos, $2,340 millones de pesos en zonas con amenaza de lahar y $1,680 millones de pesos en áreas donde confluyen ambos fenómenos volcánicos. Con respecto al IVP, se identificaron los espacios rurales como Tlajomulco y Rancho Santa Rosa, Zapotitlan de Vadillo, Jalisco; La Yerbabuena, El Jabalí y La Becerrera, Comala, Colima, como aquellos espacios donde las características socioeconómicas como pobreza y marginación pueden exacerbar los efectos de los fenómenos naturales con potencial peligroso. La combinación de ambos elementos da como resultado el IRT que permitió señalar a las áreas circunscritas en las UER228, UER480 y UER569 como aquellos con mayor valor de índice relacionado con la infraestructura, producción económica y población dispuestas en ellas. El análisis de los procesos volcánicos desde la perspectiva que se propone en la presente investigación permite involucrar a la sociedad como un ente activo cuya dinámica y procesos históricos y económicos modifican los efectos de fenómenos peligrosos que inciden en el territorio; esta manera holística de incluir diversos elementos (físicos, sociales y económicos) coadyuva al traslado de la visión del riesgo: de una perspectiva en la cual fenómenos extraordinarios inciden en sociedades pasivas y una donde sociedades en diversos estadios de crisis que enfrentan fenómenos naturales que no son afectadas por eventos previsibles y “normales”.