Resumen:
Sucede en San Luís Potosí, S.L.P. , como supongo que pasa en muchas otras culturas, que hay algunos temas poco o nada conocidos, no porque alguien los prohibiera o negara, simple y sencillamente porque no los han tratado.
A quienes hemos nacido en estas benditas tierras y hemos vivido los altibajos continuos de una sociedad plagada de excesos cometidos por las autoridades, nos es muy enriquecedor cuando entramos en etapas de crecimiento y construcción colectivos.
Nuestro estado es vasto pero con desequilibrios económicos y sociales, necesita revertir los contrastes fisiográficos, las diferencias en la idiosincrasia de los habitantes de las cuatro regiones del territorio potosino, conjuntamente con los distintos rezagos en desarrollo.
Frente a las dificultades, la confianza de los potosi- nos es nuestra fuerza fundamental así como el optimis- mo, la fe en nosotros mismos y el ineludible compromi- so de seguir construyendo nuestra patria chica, estos son el ejemplo palpable de este espíritu constructivo, aún más ahora, cuando con tristeza observamos y sentimos que los valores éticos no se respetan.
Entrando en materia y debido a la importancia que las carreras de ruta han tenido en la dinámica vital de este estado de San Luís Potosí, es una tarea impos- tergable recoger la historia de su práctica en los años80’s, labor que a mediano plazo me propongo realizar y en este breve texto quiero presentar una reflexión acer- ca de su aparición y su importancia en el contexto de algunos acontecimientos socioculturales y deportivos.
Escribir sobre esto significará sin duda un esfuer- zo largo y difícil, dado que se trata de acontecimientos deportivos, económicos y culturales que sucedieron en condiciones poco frecuentes. Pero estoy decidido a lle- varlo a cabo valiéndome de las fuentes documentales y periodísticas con las que cuento; no me cabe la menor duda que lo ahí he expuesto es veraz; además porque fui testigo presencial, puesto que tuve que ver en la organi- zación de la mayoría de ellas.
Antes de 1983 por supuesto que existían carreras de ruta, mas no había explotado el “boom”, el ver correr a alguien en la calle con short y tenis causaba curiosi- dad, pero luego “la fiebre de la carrera” alcanza a millo- nes de personas de todas las edades, sexo o condición social. Los marathones de New York, Ámsterdam y To- kio alcanzaron altos índices de popularidad debido a la difusión propia de esos tiempos de globalidad.
Una de las motivaciones de este nuevo tipo de corredor es sin duda su preocupación por la salud. El Dr. Kenneth Cooper, quien fue el iniciador de la nue- va ciencia llamada “Aeróbica”, ha demostrado que el ejercicio aumenta la resistencia cardiovascular y, por tanto, la salud general de la persona, además de que ayuda a ordenar los hábitos alimenticios y sociales con el resultado de verse y sentirse mejor.