Resumen:
En las últimas décadas han existido cambios sociodemográficos en la estructura social y familiar, que se han visto afectados por la caída del ingreso familiar en tiempos de crisis. La disminución de la fecundidad sobre todo en áreas urbanas, el aumento de escolaridad e incremento de hogares liderados económicamente por mujeres, siendo algunos factores que han impulsado la incorporación de las mujeres al ámbito laboral, considerado como uno de los eventos más relevantes. El trabajo para la mujer tiene un significado más allá de un intercambio por el cual se recibe un salario mediante una ocupación o profesión, es visto como un ejercicio de empoderamiento, que incrementa la autoestima y autonomía, permitiendo beneficios económicos y sociales, siempre y cuando las mujeres se incorporen plenamente al mercado laboral. Sin embargo, siguen existiendo barreras que dificultan el proceso, el poder contar con horarios más flexibles o trabajar en mejores condiciones para conciliar la vida familiar, personal y laboral no ha sido sencilla. Se ha demostrado que a pesar de que la mujer acceda libremente a la participación y al empleo, no garantiza un ingreso al ámbito laboral de forma íntegra, por la continuidad de barreras discriminatorias generadas por los roles de género que la sociedad aún sigue normalizando como lo es, la doble jornada, la cual comprende los cuidados del hogar combinados con la jornada laboral haciendo que las mujeres tengan menos oportunidades, formación y experiencia. Las mujeres que acceden al trabajo extra doméstico muchas veces lo hacen en condiciones de precariedad laboral, discriminación salarial y segregación, dividiéndose en segregación ocupacional de forma horizontal o vertical, que impide a las mujeres laborar en actividades consideradas como masculinas o que puedan posicionarse en los niveles de jerarquía superiores denominada también techo de cristal. La brecha salarial se manifiesta en la diferencia de salario entre hombres y mujeres, la discriminación salarial, cuando el salario de la mujer es menor incluso por la misma actividad realizada, todos estos motivos son considerados factores que impiden a la mujer el acceso, crecimiento, trayectoria y permanencia laboral. El esfuerzo para alcanzar la igualdad de género sigue ingente en todo el mundo, a la mujer apenas se le reconocen tres cuartas partes de los derechos legales que gozan los hombres, siendo necesario la formulación de estrategias para el empoderamiento de la mujer con la ayuda de organizaciones no gubernamentales, sociedad civil, y sobre todo esfuerzo político, realizado mediante reformas, leyes y recursos destinados a la promoción de equidad de género, participación laboral femenina, donde las empresas también desempeñan un papel importante para encaminar hacia el logro de objetivos del empoderamiento femenino en el aspecto laboral. Esta investigación está basada en las empresas socialmente responsables que se encuentran listadas en la Bolsa Mexicana de Valores dentro del Índice de Sustentabilidad, el cual fue diseñado para medir el desempeño de empresas que han adoptado políticas sobre los temas económicos, medio ambientales y sociales, con el objeto de identificar a las empresas que promueven el empoderamiento de las mujeres mediante acciones y estrategias tanto internas como externas, así como la participación femenina que integran los equipos directivos en cada una de las empresas. Este trabajo pretende sensibilizar en el tema de paridad de género en posiciones de liderazgo para que tanto el gobierno, academia y sector empresarial colaboren para incrementar la participación de las mujeres en posiciones estratégicas en las organizaciones.