Abstract:
El primer láser fue desarrollado por Theodore H. Maiman en 1960, basado en el trabajo
teórico de Charles Townes y Arthur Schawlow [2]. La palabra Láser es el acrónimo de
“Light amplification by stimulated emission of radiation” o en español “Luz amplificada
por la radiación de la emisión estimulada”. Este dispositivo es un tipo de oscilador óptico
caracterizado por tener un amplificación óptica, generada por la emisión estimulada de
un medio activo que se encuentra en el interior del oscilador; cuenta con un sistema de
retroalimentación que bombea una y otra vez la salida del medio activo de regreso al medio
activo, hasta la saturación, permitiendo que las ganancias superen con creces las perdidas;
tiene un mecanismo de selección de frecuencia que nos permite sintonizar la frecuencia que
deseamos dentro de los límites de nuestro sistema; y genera una salida de alta potencia,
colimada a largas distancias, concentrada en un pequeño punto y con un ancho de línea
bastante estrecho [2]. Aunque la salida del láser es bastante estable en frecuencia, esta
sigue siendo bastante susceptible a diferentes factores, como: la temperatura, la humedad,
las vibraciones externas, el medio en el que se encuentra, la calidad de los materiales con
los que se fabricó, etc [2–7]. Todos estos factores afectan la estabilidad del láser al punto
de volverlo bastante inestable en tiempos largos, o lo que es lo mismo que la frecuencia
inicial no sea la misma durante todo el experimento [5, 8–11].