Abstract:
La idea de preparar objetos macroscópicos en una superposición coherente
de estados macro motivó a Leggett y a Garg (LG) proponer un protocolo
experimental para poner a prueba un sistema de tres hipótesis de macrorealismo
[1]. Su expectativa fue que, un resultado positivo de la prueba
LG equivaldría a una violación del realismo (la hipótesis R1) a escala
macroscópica.
En nuestro análisis del planteamiento LG exponemos dos cosas.
(1) Para que la prueba LG aporte un testimonio de no-realismo es necesario
que las mediciones empleadas no perturben al sistema bajo
prueba.
(2) Es imposible sacar informaciónn de un sistema cuántico sin perturbarlo.
La contradicción entre (1) y (2) nos lleva a la conclusión de abandonar
el discurso del macro-realismo y extraer lo sustancialmente sano en la
prueba LG, que son los correlatores temporales.
Abandonando el discurso del macro-realismo, obtenemos dos formulas
para los correlatores LG cuánticos: una con amplitudes de probabilidad y
otra con observables dicotómicos. Nuestras derivaciones son rigurosas en
el caso de mediciones proyectivas simples, demostrando as´ı la salud de
los correlatores temporales en mecánica cuántica, lo que nos permitió dar
a la prueba LG una perspectiva meramente cuántica.
Estudiamos dos experimentos reportados en la literatura. Uno es el
proceso de decoherencia cuántica de la precesión de espines en resonancia
magnética nuclear [2] y en el otro demostramos la acción perturbadora de
las mediciones negativas en un caminante aleatorio atómico (un átomo de
Cesio en una retícula óptica) [3].
Los ejemplos nos permitieron concluir que la prueba LG es una buena
sonda de la interacción de los sistemas micro con el entorno macro. Como
un “certificado de coherencia” el correlator LG tendría valor en aplicaciones
de la teoría de información cuántica. Otra aplicación es como medida
de la pérdida de coherencia hacia el entorno macro.