Resumen:
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el crecimiento demográfico comenzó a incrementarse a un ritmo más acelerado sobre todo en los países en vías de desarrollo. En el año 2010 se contabilizaron a nivel mundial un poco más de siete mil millones de personas y se calculó que para el 2050 esta cifra rebase los nueve mil millones de habitantes, lo que ha provocado que la producción de alimentos tanto agrícola como pecuario se intensifique a través de un mayor número de animales confinados en un área más restringida. Lo anterior dió pauta al escrutinio público de alimentos inocuos y bienestar animal, en especial por los grupos ambientalistas y protectores de los animales quienes culpan a los sistemas intensivos del cambio climático y del maltrato animal, bajo la justificante de que los sistemas tradicionales o menos intensivos son los más inocuos y sostenibles, lo cual no es necesariamente cierto. Los sistemas de producción de leche bovina, tanto los intensivos como los semi-intensivos y extensivos generan gases de efecto invernadero (CH4, CO2 y N2O) y desechos orgánicos (heces y orina). Todos ellos hacen uso de recursos naturales (agua, suelo) y de energía externa para la producción de forrajes, transporte, iluminación y funcionamiento de maquinaría, entre otros. Por ello, es conveniente evaluar la sustentabilidad de los sistemas de producción de leche bovina con diferente grado de intensificación, usando como referencia la emisión de gases de efecto invernadero por unidad de producto alimentario generado, bajo la hipótesis de que los sistemas semi- intensivos contaminan igual que los sistemas intensivos modernos. Por lo anterior, el objetivo del presente estudio fue evaluar la eficiencia con que los sistemas de producción de leche bovina (intensivo y semi-intensivo) hacen uso de los recursos naturales e impactan al ambiente. Lo anterior desglosado en este documento por medio de cuatro estrategias, 1) Revisión bibliográfica de modelos matemáticos utilizados para la estimación de gases de efecto invernadero en establos lecheros; 2) Comparación de emisiones de metano (entérico- estiércol), óxido nitroso y bióxido de carbono estimados con un modelo empírico, uno mecánico dinámico y los del IPCC nivel II, ilustrado en un inventario de emisiones de gases de efecto invernadero por las prácticas de manejo de ganado lechero en México entre 1970 y 2010; 3) Comparación de sistemas lecheros intensivos y semi-intensivos en la estimación de emisiones de CH4 (entérico-estiércol), N2O y CO2, además, cotejando la eficiencia de producción de leche a través de un balance de nutrientes N, P y K excretados en estiércol y por el uso de recursos naturales (agua y suelo) y, 4) Simulación de rentabilidad e impacto ambiental del posible uso de energía alterna (digestores anaerobios y paneles solares) como estrategia de mitigación de gases de efecto invernadero.