Repaso de histología : un libro de preguntas y respuestas

Abstract

El prólogo es insignificante. Lo que verdaderamente simboliza un prólogo yace en la nuez de su etimología: va antes de las palabras importantes, las palabras que construyen el texto de un libro, las palabras que son el cuerpo de una obra armada como un lego: palabra a palabra, gota a gota atornilladas, unas después de las otras. Dar clases de histología es enfrentarse siempre al reto de conseguir que la mayoría de los alumnos aprueben los exámenes en el momento justo, en el momento de su pri- mera inscripción. Como uno se pasa la vida preguntándose cosas, uno se pasa las horas, los días, hablando con otros profesores acerca de cómo mejorar el curso de Histología. Ima- gina uno herramientas que pudieran mejorar el aprovechamiento de los alumnos, aumentar sus calificaciones en los exámenes y sus probabilidades de sobrevivir a la asignatura. Este es un libro estupendo, extraordinario, irrepetible. Es estupendo porque está bien hecho, porque tiene una calidad envidiable, porque quienes lo hicieron parecen tener un gran gusto por el diseño gráfico, elegante y útil, antojable, preciso, sin florituras. Pero también tiene un acumen importante de conocimientos de his- tología capaz de generar un documento didáctico insuperable. Este libro es también extraordinario porque parte del trabajo en equipo de un grupo de alumnos. Iré más allá, de un grupo de buenos alumnos que se han iniciado ya en la docencia. Por- que este libro parte de la experiencia docente de ellos, que se pusieron a dar clases de Histología en las horas que sus asignaturas obligadas les dejaban libres. Esto no es común, no porque no se dé el compañerismo en las escuelas de medicina, sino porque lo que falta es el tiempo para cristalizar los esfuerzos. Ignoro cómo hicieron estos alumnos de segundo año de la carrera de medicina de la Facultad de Medici- na de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí para darse el tiempo necesario y conjuntar este maravilloso manojo de información. Y es además un libro irrepetible, porque jamás se volverá a conjuntar la información biológica que disfrutamos hoy en día, con el acervo de imágenes frescas que nos brindan las nuevas técnicas his- tológicas. Nunca habíamos ubicado con tanta precisión el origen de miles de enfer- medades. Nunca habíamos contado con una microscopía tan elegante, tan estética, como la microscopía de los últimos dos años. Esto hace que la coyuntura temporal en que se ubica este libro sea irrepetible. Las imágenes que hoy nos entusiasman han sido vistas por muy pocos ojos, es decir que las vemos todavía con ojos de asombro. Les deseo a los lectores que este estupendo libro de texto de Histología no solo lo aprovechen, sino que lo disfruten. Ya quisiéramos nosotros, los actuales profe- sores de histología, haber tenido una herramienta así cuando fuimos estudiantes de medicina. Aquellos tiempos, viejos tiempos, se estudiaban libros en blanco y negro, y la única forma de ver el interior de un ser humano era en el microscopio. No solo no existía el Internet, tampoco existían las computadoras personales, si ni siquiera existían los teléfonos celulares. Y entonces, como ahora, las líneas de teléfono fijo eran ya la porquería que siguen siendo. Felicito a quien lea este libro con la idea de aprovecharlo. Sabe exactamente lo que está haciendo. Estos son los fundamentos de la medicina que ejercerá cuando egrese de la Facultad en poco más de un lustro. Que su estancia por los salones de las escuelas de medicina del mundo de habla hispana esté llena de recuerdos agradables. Los abrazo desde mi modesto rincón.